A estas alturas, probablemente las cartas que los niños escriben a Papá Noel o los Reyes Magos, estén ultimándose y, en algunos casos, ya finalizadas y lacradas.
Pero si revisásemos esas “mágicas cartas” llenas de “deseos reales”, veríamos que muchas de ellas están compuestas por productos o juguetes de marca. Un estudio realizado por la Universidad Alpen-Adria en Klagenfurt, así lo revela. En dicha investigación se dice que más de la mitad de los niños pidieron una consola, una muñeca o un juego de mesa de un fabricante concreto. No obstante, esto ocurre cuando hablamos de juguetes, porque cuando nos referimos a dulces, la cosa cambia, aquí sí que tienen cabida las marcas blancas, según cuenta markenartikel-magazin.de.
Las 250 cartas a Papá Noel analizadas por el equipo del economista Martin Waiguny procedían de distintas zonas de Austria y los padres las mandaron de forma anónima. Los niños que escribieron estas cartas van desde los cinco hasta los doce años de edad y pidieron una media de 4,25 artículos por carta.
De los 1025 deseos totales 499 se referían a productos de una marca muy concreta. Las marcas influyeron enormemente en la elección de juegos de mesa con más del 90% y la tecnología de entretenimiento con un 66,5%. A la hora de elegir materiales de manualidades, artículos deportivos o calzado la marca era secundaria.
De todo ello podríamos deducir que aprendemos a ser marquistas desde la infancia...
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